Al tomar una decisión importante en tu vida, siempre es recomendable discutirla con tus familiares y amigos cercanos. Pero ten presente que lo que ocurra durante dichas discusiones, así como la mayoría de artículos que encuentras en internet, son simplemente opiniones.

Debatir es bueno, pero debes siempre tomar en cuenta que algunos de los argumentos pueden no ser totalmente ciertos. En ninguna parte esto es tan veraz como en la información que se comparte sobre estudiar en el extranjero, pues al considerar la magnitud de países, instituciones y cursos disponibles, se intuye que es vasta la cantidad de experiencias disímiles, y que lo que vivencia una persona es rara vez lo que experimenta otra.

Tampoco pierdas de perspectiva que, al hablar de una gran oportunidad como esta, los celos de mentes egoístas empezarán a tratar de hacerte dudar con comentarios malintencionados. Siempre que hay una situación con un costo/beneficio significativo, se encuentran personas encantadas de involucrarse para brindarte su consejo, pero a veces lo hacen es simplemente proyectar sus temores en otros.

Algunos serán bienintencionados, preocupados del reto y consecuencias que implican embarcarse en un estudio internacional, pero tu autoconfianza es lo que siempre deberá prevalecer y el consejo que te brindan propios y extraños es simplemente eso: un consejo, y tu eres realmente quien mejor conoce qué es lo que más te conviene.

Entonces, ¿qué es lo que estas personas suelen decir, y que tanto hay de verdad detrás de estas afirmaciones que se comparten acerca de la educación internacional?

Mito #1: Estudiar en el extranjero es muy costoso

Hecho: Estudiar en el extranjero puede ser barato y asequible.

El costo de estudiar en el extranjero puede variar considerablemente, dependiendo de la duración y tipo del curso, la ubicación, y la institución – si es una universidad, una escuela, una institución pequeña o algún otro tipo de organización.

Algunos pueden ser considerados como “costosos”, pero de la variedad de cursos disponibles, estos solo constituyen una fracción.

El interés de las universidades y colleges es el de convocar a los mejores estudiantes, y esto significa manejar una oferta académica a costos razonables, así como ayudar a que los costos de alojamiento y manutención no ahuyenten a potenciales estudiantes. Y si tu interés es solo realizar un semestre o período por fuera, las instituciones locales en tu país habitualmente ofrecen convenios internacionales que no requieren de un pago mayor al que ya realizas con ellas.

Por supuesto, una educación internacional puede resultar más económica que en tu país de origen, especialmente cuando se toma directamente con una universidad internacional. Solo ten en cuenta que el tiempo que toma organizar esto personalmente, en lugar de hacerlo a través de una agencia, puede tardar mucho más que si el proceso es guiado por algún experto.

Mito #2: La única razón por la que la gente estudia en otro país es para divertirse y pasársela de fiesta

Hecho: Estudiar en el exterior puede ser divertido, pero el principal enfoque debe ser siempre la educación.

Aunque hay infinidad de oportunidades para divertirse e irse de fiesta mientras estás en otro país, si estás estudiando debes tratar de maximizar el provecho de esta experiencia enfocándote en tus obligaciones académicas. Aprender y desarrollar habilidades valiosas son elementos claves de una educación internacional, la cual es una oportunidad que no todos tienen y que ofrece oportunidades que una educación en tu país de origen muy seguramente no pueda ofrecerte.

Por supuesto estudiar en otro país atrae a todo tipo de personas y en tu viaje es probable que encuentres personas que no están interesadas en su trabajo académico y en cambio gastan su tiempo en ocio, bebiendo y básicamente como unas vacaciones extendidas. Esta es una decisión personal: disfrutar más el ahora y aplazar las responsabilidades. Si esto es lo que deseas hacer, eres libre de hacerlo, pero una experiencia de estudios internacionales exitosa será el resultado de un balance entre una labor académica concienzuda y ocasionales días de descanso y noches de fiesta.

Pero déjanos expandir un poco más en las posibilidades que te ofrecerá esta experiencia internacional tanto dentro como fuera de tu salón de clases.

Expandirá tus horizontes personales al conocer personas que tanto profesional como personalmente nunca habrías tenido la oportunidad de conocer. Puede ser divertido, enriquecedor y retante el interactuar con personas de diferentes culturas en otro país, pero esto siempre traerá un impacto positivo en tu éxito académico, tu carrera y lo que eres como persona.

Los estudiantes en el extranjero aprenden nuevas formas de aprendizaje y sistemas de enseñanza, a veces dictados en un idioma diferente y que abre un nuevo mundo de entendimiento. Deberán aprender a solucionar problemas en un nuevo ambiente. Las creencias, principios, ideas y valores personales serán puestos a prueba, lo cual es un factor decisivo en una buena educación. También experimentarán un crecimiento en la apreciación de otras culturas y no solo de la cultura anfitriona. Estas son apenas un puñado de razones por las cuales esta experiencia debe enfocarse prioritariamente en el elemento académico.

Mito #3: La única razón para estudiar en otro país es el mejorar un segundo idioma

Hecho: Todo estudiante en cada área puede beneficiarse de una educación internacional.

Sería ingenuo creer que al quedarte en el mismo lugar obtendrás una educación tan valiosa como la que se puede conseguir en cualquier otro lado. Simplemente por virtud del cambio aprenderás más, sin importar el curso y la calidad de educación que tu país puede proveer.

Cada materia puede enseñarse con un enfoque distinto y endógeno a cierto lugar. Puedes encontrar que la estructura del curso y enfoques sean similares en casa y por fuera (aunque no siempre), pero también hay que tener en cuenta el estilo de enseñanza, la manera y velocidad en que se espera que aprendas, las diferencias culturales y más.

Los cursos más habituales que toman los estudiantes han sido históricamente las humanidades e idiomas, pero esto ha venido cambiando. Programas internacionales en ciencias sociales, negocios, ingeniería, matemáticas y ciencias, han venido incrementando su participación recientemente una vez los estudiantes han comprendido la valía de un curso que los reta en formas insospechadas.

Mito #4: Estudiar en el extranjero es solo para estudiantes de cierta edad

Hecho: Sin importar la edad, la experiencia de estudiar en otro país es invaluable.

Es recurrente el escenario en el que estudiantes jóvenes asumen que estudiar en el exterior es algo a lo que solo los estudiantes mayores pueden acceder; mientras que los estudiantes mayores creen que solo los estudiantes más jóvenes tienen el tiempo para hacerlo. La verdad es que aunque los estudiantes adolescentes suelen estudiar en el extranjero más a menudo, siempre hay alternativas para realizar cursos internacionales a cualquier edad. El aprendizaje es una misión de vida sin lugar a duda.

Sea que estés buscando un curso de pregrado, posgrado, doctorado, idiomas o cursos cortos, estudiar en el extranjero permanecerá siendo un recurso útil para desarrollar tus habilidades sin importar la edad.

Mito #5: Los estudiantes siempre prefieren a Europa como destino.

Hecho: Se puede estudiar virtualmente en cualquier país del mundo.

Aunque Europa permanece como uno de los destinos más populares, especialmente el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, España y Portugal, junto a Norteamérica y Australia, los estudiantes son atraídos a todo tipo de países que quizá no considerarías. China, Singapur, Argentina, Costa Rica, Nigeria… Cada continente (a excepción quizá de Antártica) está disponible para estudiar y han ido incrementando su popularidad a medida que los estudiantes realizan que una buena educación puede obtenerse en casi cualquier lugar. Esto es especialmente cierto en países con economías emergentes como India, Etiopía, Turquía, Tanzania y Vietnam.

Mito #6: Estudiar en otro país es solo para cierto tipo de personas

Hecho: Cualquier persona puede estudiar en el extranjero, sin importar su religión, grupo étnico, discapacidades o cualquier cosa que no encaje en el ‘estereotipo’.

Si deseas estudiar en el exterior, puedes hacerlo. Si sientes que hay una imagen en tu cabeza de un tipo de persona que puede permitirse acceder a esta oportunidad y no encaja con la imagen que tienes de ti mismo y te desanima a arriesgarte, debes entender que esta imagen es incorrecta. Una educación internacional es posible y accesible para todos.

¿Qué puede ser más inclusivo que estudiar en otro país? Si ya lo has hecho con anterioridad, sabrás que una vez inicie el curso conocerás gente de todos los rincones del mundo, de distintos bagajes y experiencias. Una de las maravillas de esta oportunidad es el conocer gente que rara vez es mencionada y no hace parte de los nacionales del país anfitrión. Estas personas son estudiantes que, como tú, provienen de los más disímiles orígenes, pero a su vez comparten muchos de tus mismos intereses, actitudes y sueños.

Si esto sigue siendo una fuente de preocupación, existen distintas agrupaciones que te pueden apoyar en tu aventura de estudiar en otro país como Diversity abroad, MIUSA o los grupos de Interés de NAFSA.

Mito #7: No hay muchas becas internacionales disponibles

Hecho: Existen innumerables becas para estudiantes internacionales.

Basadas en mérito, necesidades financieras o especializadas, la mayoría de universidades manejan un esquema de becas con procesos que especifican fechas límites, montos disponibles y restricciones, así que asegúrate de investigar qué becas hay disponibles en tu universidad de interés y aplica cuanto antes.

Las becas también contemplan cubrir a estudiantes de acuerdo con: diversidad geográfica, género, impacto social, estudiantes de muy bajos recursos o si se es la primera persona en la familia en tener la oportunidad de acceder a un título universitario.

Gobiernos y organizaciones privadas también ofrecen becas, tanto a nivel local como global.

Si estás buscando una beca, empieza contactando a la universidad a la que aspiras a entrar para que te asesoren, y simultáneamente busca listados de becas en internet.

Mito #8: En lugar de estudiar en otro país, deberías más bien viajar, que es lo mismo.

Hecho: Existe una diferencia inmensa entre un viaje turístico y un viaje de estudios.

Como su nombre lo indica, estudiar en el extranjero usualmente requiere estudiar, mientras que viajar muy seguramente no incluya mucho de esto.

Cuando estudias en otro país, la posibilidad de viajar, explorar y hacer algo de turismo es uno de sus beneficios, pero reiteramos que no es el principal enfoque de esta oportunidad la cual es estudiar y vivir en una cultura diferente.

Practicar otros idiomas con compañeros de clase, entablar nuevas amistades y poner de tu parte para integrarte es mas fructífero que la naturaleza de “solo mirar y conocer” del turismo tradicional. Visitar un destino como parte de unas vacaciones suele ser una actividad que no da mucho tiempo para compenetrarse a profundidad con los locales y su cultura, mientras que estudiar por un buen periodo de tiempo te permitirá descifrar sutilezas embebidas en el día a día y explorar la comunidad que te rodea. Mejor que tener unas fotos con hitos turísticos es crear lazos con personas alrededor del mundo.

Mito #9: Estudiar en el extranjero significa que te tomará más tiempo graduarte.

Hecho: Con una Buena planeación, te podrás graduar a tiempo, o inclusive antes.

Si la totalidad de tu curso se realizará en el exterior, por supuesto que el tiempo que te tome graduarte dependerá de la duración de este curso, pero esto también significa que tendrás una plétora de alternativas y duraciones en distintos destinos entre las que puedes elegir por cuánto tiempo estudiar.

Si tu plan es solo hacer un año, o un semestre y te preocupa que estos créditos no te los valgan o sean transferibles en su totalidad, ¡no te preocupes! Las personas que realizan un curso en el exterior son más propensas a terminar sus estudios y en ocasiones existen cursos acelerados que te permiten avanzar en una materia a la cual de otro modo no habrías podido acceder a ella.

Los estudiantes internacionales también suelen retornar a casa con un renovado interés y energía en su área de estudios y una revitalizada pasión por aprender.

Mito #10: A las empresas no les importa tu experiencia internacional

Hecho: Varias de las características más solicitadas por empleadores se adquieren naturalmente al estudiar en el extranjero

Progresivamente, los empleadores buscan trabajadores que sepan trabajar en ambientes multiculturales y que hablen otros idiomas. Por supuesto que hay diversas formas de adquirir estas habilidades, pero al estudiar en el exterior no solo mejorarás en estos aspectos, sino que adquirirás cualificaciones internacionales que te ayudarán a marcar una diferencia positiva frente a otros perfiles y le dirá a tu empleador que puedes trabajar con todo tipo de personas, así como que tienes el valor suficiente de mudarte a otro lugar y retarte.

Por supuesto que no solo vas a escribir en tu hoja de vida “estudié en el extranjero”; tendrás que exponer tu conocimiento y habilidades adquiridas en detalle; cómo la experiencia te convirtió en una mejor persona y cómo esto influencia las ideas que tienes en mente para el rol al que estás aplicando.

La realidad de los hechos

Así que ahí tienes. Si consideras estudiar en el exterior puede que ya hayas oído o pensado varios de estos mitos. Alístate para encontrarte algunos más antes de que puedas subirte al avión; pero antes de descartar tus planes por cualquiera de estas ideas, te sugerimos que investigues por tu cuenta y veas que son más fuertes los beneficios que te traerá esta experiencia.

El proceso de encontrar un destino, universidad y curso puede ser complejo, de eso no hay duda. Hay infinidad de elementos a considerar, grandes y pequeños, antes de poder tomar la decisión final; pero por eso mismo es que hay tanto material disponible,  desde artículos como este, a ferias educativas, o información ofrecida por agencias gubernamentales y las instituciones mismas.

Al tomar una decisión importante en tu vida, siempre es recomendable discutirla con tus familiares y amigos cercanos. Pero ten presente que lo que ocurra durante dichas discusiones, así como la mayoría de artículos que encuentras en internet, son simplemente opiniones.

Debatir es bueno, pero debes siempre tomar en cuenta que algunos de los argumentos pueden no ser totalmente ciertos. En ninguna parte esto es tan veraz como en la información que se comparte sobre estudiar en el extranjero, pues al considerar la magnitud de países, instituciones y cursos disponibles, se intuye que es vasta la cantidad de experiencias disímiles, y que lo que vivencia una persona es rara vez lo que experimenta otra.

Tampoco pierdas de perspectiva que, al hablar de una gran oportunidad como esta, los celos de mentes egoístas empezarán a tratar de hacerte dudar con comentarios malintencionados. Siempre que hay una situación con un costo/beneficio significativo, se encuentran personas encantadas de involucrarse para brindarte su consejo, pero a veces lo hacen es simplemente proyectar sus temores en otros.

Algunos serán bienintencionados, preocupados del reto y consecuencias que implican embarcarse en un estudio internacional, pero tu autoconfianza es lo que siempre deberá prevalecer y el consejo que te brindan propios y extraños es simplemente eso: un consejo, y tu eres realmente quien mejor conoce qué es lo que más te conviene.

Entonces, ¿qué es lo que estas personas suelen decir, y que tanto hay de verdad detrás de estas afirmaciones que se comparten acerca de la educación internacional?

Mito #1: Estudiar en el extranjero es muy costoso

Hecho: Estudiar en el extranjero puede ser barato y asequible.

El costo de estudiar en el extranjero puede variar considerablemente, dependiendo de la duración y tipo del curso, la ubicación, y la institución – si es una universidad, una escuela, una institución pequeña o algún otro tipo de organización.

Algunos pueden ser considerados como “costosos”, pero de la variedad de cursos disponibles, estos solo constituyen una fracción.

El interés de las universidades y colleges es el de convocar a los mejores estudiantes, y esto significa manejar una oferta académica a costos razonables, así como ayudar a que los costos de alojamiento y manutención no ahuyenten a potenciales estudiantes. Y si tu interés es solo realizar un semestre o período por fuera, las instituciones locales en tu país habitualmente ofrecen convenios internacionales que no requieren de un pago mayor al que ya realizas con ellas.

Por supuesto, una educación internacional puede resultar más económica que en tu país de origen, especialmente cuando se toma directamente con una universidad internacional. Solo ten en cuenta que el tiempo que toma organizar esto personalmente, en lugar de hacerlo a través de una agencia, puede tardar mucho más que si el proceso es guiado por algún experto.

Mito #2: La única razón por la que la gente estudia en otro país es para divertirse y pasársela de fiesta

Hecho: Estudiar en el exterior puede ser divertido, pero el principal enfoque debe ser siempre la educación.

Aunque hay infinidad de oportunidades para divertirse e irse de fiesta mientras estás en otro país, si estás estudiando debes tratar de maximizar el provecho de esta experiencia enfocándote en tus obligaciones académicas. Aprender y desarrollar habilidades valiosas son elementos claves de una educación internacional, la cual es una oportunidad que no todos tienen y que ofrece oportunidades que una educación en tu país de origen muy seguramente no pueda ofrecerte.

Por supuesto estudiar en otro país atrae a todo tipo de personas y en tu viaje es probable que encuentres personas que no están interesadas en su trabajo académico y en cambio gastan su tiempo en ocio, bebiendo y básicamente como unas vacaciones extendidas. Esta es una decisión personal: disfrutar más el ahora y aplazar las responsabilidades. Si esto es lo que deseas hacer, eres libre de hacerlo, pero una experiencia de estudios internacionales exitosa será el resultado de un balance entre una labor académica concienzuda y ocasionales días de descanso y noches de fiesta.

Pero déjanos expandir un poco más en las posibilidades que te ofrecerá esta experiencia internacional tanto dentro como fuera de tu salón de clases.

Expandirá tus horizontes personales al conocer personas que tanto profesional como personalmente nunca habrías tenido la oportunidad de conocer. Puede ser divertido, enriquecedor y retante el interactuar con personas de diferentes culturas en otro país, pero esto siempre traerá un impacto positivo en tu éxito académico, tu carrera y lo que eres como persona.

Los estudiantes en el extranjero aprenden nuevas formas de aprendizaje y sistemas de enseñanza, a veces dictados en un idioma diferente y que abre un nuevo mundo de entendimiento. Deberán aprender a solucionar problemas en un nuevo ambiente. Las creencias, principios, ideas y valores personales serán puestos a prueba, lo cual es un factor decisivo en una buena educación. También experimentarán un crecimiento en la apreciación de otras culturas y no solo de la cultura anfitriona. Estas son apenas un puñado de razones por las cuales esta experiencia debe enfocarse prioritariamente en el elemento académico.

Mito #3: La única razón para estudiar en otro país es el mejorar un segundo idioma

Hecho: Todo estudiante en cada área puede beneficiarse de una educación internacional.

Sería ingenuo creer que al quedarte en el mismo lugar obtendrás una educación tan valiosa como la que se puede conseguir en cualquier otro lado. Simplemente por virtud del cambio aprenderás más, sin importar el curso y la calidad de educación que tu país puede proveer.

Cada materia puede enseñarse con un enfoque distinto y endógeno a cierto lugar. Puedes encontrar que la estructura del curso y enfoques sean similares en casa y por fuera (aunque no siempre), pero también hay que tener en cuenta el estilo de enseñanza, la manera y velocidad en que se espera que aprendas, las diferencias culturales y más.

Los cursos más habituales que toman los estudiantes han sido históricamente las humanidades e idiomas, pero esto ha venido cambiando. Programas internacionales en ciencias sociales, negocios, ingeniería, matemáticas y ciencias, han venido incrementando su participación recientemente una vez los estudiantes han comprendido la valía de un curso que los reta en formas insospechadas.

Mito #4: Estudiar en el extranjero es solo para estudiantes de cierta edad

Hecho: Sin importar la edad, la experiencia de estudiar en otro país es invaluable.

Es recurrente el escenario en el que estudiantes jóvenes asumen que estudiar en el exterior es algo a lo que solo los estudiantes mayores pueden acceder; mientras que los estudiantes mayores creen que solo los estudiantes más jóvenes tienen el tiempo para hacerlo. La verdad es que aunque los estudiantes adolescentes suelen estudiar en el extranjero más a menudo, siempre hay alternativas para realizar cursos internacionales a cualquier edad. El aprendizaje es una misión de vida sin lugar a duda.

Sea que estés buscando un curso de pregrado, posgrado, doctorado, idiomas o cursos cortos, estudiar en el extranjero permanecerá siendo un recurso útil para desarrollar tus habilidades sin importar la edad.

Mito #5: Los estudiantes siempre prefieren a Europa como destino.

Hecho: Se puede estudiar virtualmente en cualquier país del mundo.

Aunque Europa permanece como uno de los destinos más populares, especialmente el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, España y Portugal, junto a Norteamérica y Australia, los estudiantes son atraídos a todo tipo de países que quizá no considerarías. China, Singapur, Argentina, Costa Rica, Nigeria… Cada continente (a excepción quizá de Antártica) está disponible para estudiar y han ido incrementando su popularidad a medida que los estudiantes realizan que una buena educación puede obtenerse en casi cualquier lugar. Esto es especialmente cierto en países con economías emergentes como India, Etiopía, Turquía, Tanzania y Vietnam.

Mito #6: Estudiar en otro país es solo para cierto tipo de personas

Hecho: Cualquier persona puede estudiar en el extranjero, sin importar su religión, grupo étnico, discapacidades o cualquier cosa que no encaje en el ‘estereotipo’.

Si deseas estudiar en el exterior, puedes hacerlo. Si sientes que hay una imagen en tu cabeza de un tipo de persona que puede permitirse acceder a esta oportunidad y no encaja con la imagen que tienes de ti mismo y te desanima a arriesgarte, debes entender que esta imagen es incorrecta. Una educación internacional es posible y accesible para todos.

¿Qué puede ser más inclusivo que estudiar en otro país? Si ya lo has hecho con anterioridad, sabrás que una vez inicie el curso conocerás gente de todos los rincones del mundo, de distintos bagajes y experiencias. Una de las maravillas de esta oportunidad es el conocer gente que rara vez es mencionada y no hace parte de los nacionales del país anfitrión. Estas personas son estudiantes que, como tú, provienen de los más disímiles orígenes, pero a su vez comparten muchos de tus mismos intereses, actitudes y sueños.

Si esto sigue siendo una fuente de preocupación, existen distintas agrupaciones que te pueden apoyar en tu aventura de estudiar en otro país como Diversity abroad, MIUSA o los grupos de Interés de NAFSA.

Mito #7: No hay muchas becas internacionales disponibles

Hecho: Existen innumerables becas para estudiantes internacionales.

Basadas en mérito, necesidades financieras o especializadas, la mayoría de universidades manejan un esquema de becas con procesos que especifican fechas límites, montos disponibles y restricciones, así que asegúrate de investigar qué becas hay disponibles en tu universidad de interés y aplica cuanto antes.

Las becas también contemplan cubrir a estudiantes de acuerdo con: diversidad geográfica, género, impacto social, estudiantes de muy bajos recursos o si se es la primera persona en la familia en tener la oportunidad de acceder a un título universitario.

Gobiernos y organizaciones privadas también ofrecen becas, tanto a nivel local como global.

Si estás buscando una beca, empieza contactando a la universidad a la que aspiras a entrar para que te asesoren, y simultáneamente busca listados de becas en internet.

Mito #8: En lugar de estudiar en otro país, deberías más bien viajar, que es lo mismo.

Hecho: Existe una diferencia inmensa entre un viaje turístico y un viaje de estudios.

Como su nombre lo indica, estudiar en el extranjero usualmente requiere estudiar, mientras que viajar muy seguramente no incluya mucho de esto.

Cuando estudias en otro país, la posibilidad de viajar, explorar y hacer algo de turismo es uno de sus beneficios, pero reiteramos que no es el principal enfoque de esta oportunidad la cual es estudiar y vivir en una cultura diferente.

Practicar otros idiomas con compañeros de clase, entablar nuevas amistades y poner de tu parte para integrarte es mas fructífero que la naturaleza de “solo mirar y conocer” del turismo tradicional. Visitar un destino como parte de unas vacaciones suele ser una actividad que no da mucho tiempo para compenetrarse a profundidad con los locales y su cultura, mientras que estudiar por un buen periodo de tiempo te permitirá descifrar sutilezas embebidas en el día a día y explorar la comunidad que te rodea. Mejor que tener unas fotos con hitos turísticos es crear lazos con personas alrededor del mundo.

Mito #9: Estudiar en el extranjero significa que te tomará más tiempo graduarte.

Hecho: Con una Buena planeación, te podrás graduar a tiempo, o inclusive antes.

Si la totalidad de tu curso se realizará en el exterior, por supuesto que el tiempo que te tome graduarte dependerá de la duración de este curso, pero esto también significa que tendrás una plétora de alternativas y duraciones en distintos destinos entre las que puedes elegir por cuánto tiempo estudiar.

Si tu plan es solo hacer un año, o un semestre y te preocupa que estos créditos no te los valgan o sean transferibles en su totalidad, ¡no te preocupes! Las personas que realizan un curso en el exterior son más propensas a terminar sus estudios y en ocasiones existen cursos acelerados que te permiten avanzar en una materia a la cual de otro modo no habrías podido acceder a ella.

Los estudiantes internacionales también suelen retornar a casa con un renovado interés y energía en su área de estudios y una revitalizada pasión por aprender.

Mito #10: A las empresas no les importa tu experiencia internacional

Hecho: Varias de las características más solicitadas por empleadores se adquieren naturalmente al estudiar en el extranjero

Progresivamente, los empleadores buscan trabajadores que sepan trabajar en ambientes multiculturales y que hablen otros idiomas. Por supuesto que hay diversas formas de adquirir estas habilidades, pero al estudiar en el exterior no solo mejorarás en estos aspectos, sino que adquirirás cualificaciones internacionales que te ayudarán a marcar una diferencia positiva frente a otros perfiles y le dirá a tu empleador que puedes trabajar con todo tipo de personas, así como que tienes el valor suficiente de mudarte a otro lugar y retarte.

Por supuesto que no solo vas a escribir en tu hoja de vida “estudié en el extranjero”; tendrás que exponer tu conocimiento y habilidades adquiridas en detalle; cómo la experiencia te convirtió en una mejor persona y cómo esto influencia las ideas que tienes en mente para el rol al que estás aplicando.

La realidad de los hechos

Así que ahí tienes. Si consideras estudiar en el exterior puede que ya hayas oído o pensado varios de estos mitos. Alístate para encontrarte algunos más antes de que puedas subirte al avión; pero antes de descartar tus planes por cualquiera de estas ideas, te sugerimos que investigues por tu cuenta y veas que son más fuertes los beneficios que te traerá esta experiencia.

El proceso de encontrar un destino, universidad y curso puede ser complejo, de eso no hay duda. Hay infinidad de elementos a considerar, grandes y pequeños, antes de poder tomar la decisión final; pero por eso mismo es que hay tanto material disponible,  desde artículos como este, a ferias educativas, o información ofrecida por agencias gubernamentales y las instituciones mismas.