¿Qué visitar en Lisboa? Itinerario de 3 días para estudiantes internacionales

Si estás pensando en estudiar en Europa y tienes entre tus planes visitar Lisboa mientras vives en el Viejo Continente, es importante que sepas que puedes visitar gran parte de los monumentos y relajarte en varias terrazas de la ciudad sin tener que gastar mucho tiempo y dinero. ¡Revisa todas nuestras sugerencias con detalles!

Primer Día: Baixa y Barrio Alto

¿Ya llegaste a Lisboa? Entonces, ya sea que hayas llegado en bus, tren o avión, toma el metro en la salida de la estación  “Baixa-Chiado”. Saliendo para la Rua (Calle) Garrett,  podrás vislumbrar inmediatamente el histórico café “A Brasileira” –  en las puertas del cual se encuentra la famosa estatua del poeta Fernando Pessoa - así como la librería más antigua en todo el mundo “Bertrand”.

Baja por la calle y entra al edificio blanco que se encuentra en el fondo. Así llegarás a los Almacenes de Chiado, el lugar ideal para quien está en esta zona de la ciudad y no tiene mucho tiempo y dinero para gastar en el almuerzo. En el piso superior de los almacenes, podrás encontrar varias opciones de platos tradicionalmente portugueses a precios económicos.

Y si después del almuerzo aún tienes espacio en el estómago, debes probar los mejores helados de la ciudad que se encuentran en la heladería Santini  en frente de los Almacenes de Chiado, hechos artesanalmente con frutas nacionales. ¡No te asustes con la fila, porque la espera vale la pena!

Mientras disfrutas de tu helado, sigue bajando por esa misma calle hasta llegar a la Praça (Plaza) de Rossio. Camina por ahí, y sigue después en dirección del rio por la Rua Augusta, considerada una de las más bellas de toda Europa, muy animada y llena de una gran cantidad y variedad de almacenes y restaurantes. No te dejes engañar por los vendedores y piensa dos veces antes de entrar en el Elevador de Santa Justa, porque existen otros lugares en la ciudad donde podrás disfrutar de la vista, igualmente bella, por menos dinero- en breve descubrirás donde.

 Imagen 1 – Si subes al arco de la Praça do Comércio (arriba), podrás vislumbrar el resto de la zona baja de la ciudad, así como el río. Es necesario pagar para ingresar.

Cuando ya estés en la Praça do Comércio, disfruta del paisaje caminando por la orilla del rio Tejo y después voltea para la dirección del barrio de Alfama. ¿Tu objetivo? Llegar al Castelo de São Jorge  (Castillo de San Jorge) y disfrutar de la maravillosa puesta del sol en las murallas del castillo. Sigue las placas indicativas en caso que decidas subir a pie o, toma el famoso Eléctrico 28  (Tram 28), y  recuerda pedir salir antes del final de la ruta, porque esta puede ser tan fascinante como turbulenta.

Ya saliendo del Castillo, déjate inspirar por las estrechas y auténticas calles del barrio de Alfama. Si ya te encuentras cerca de la hora de la cena, fácilmente podrás encontrar una típica Casa de Fados donde podrás disfrutar de una agradable (y larga) comida mientras escuchas el género musical más tradicional de Lisboa- el Fado.

¿Hallas esta música muy triste y aún tienes energía para animar tu noche? Una alternativa es regresar a la zona de Baixa-Chiado. Si es viernes o sábado en la noche, el animado Barrio Alto es el lugar ideal para entrar en el verdadero espíritu bohemio de Lisboa. Apenas te pierdas por las calles empinadas y llenas de personas, escoge un bar para pasar el resto de la noche.

Nota: el metro cierra a la 1 de la mañana. Revisa tus horarios para que no tengas que tomar un taxi.

 

Segundo día: Belém y Avenida da Liberdade

Hoy el punto de partido es Casi do Sodré (Muelle de Sodre). Saliendo por la estación del metro que tiene ese mismo nombre, podrás encontrar varios buses o el tram 15E que te llevarán hacía la histórica zona de Belém.

Durante el viaje, presta atención a la vista y a los edificios palaciegos que vas a ir atravesando. Pasarás por un edificio grande de color rosado- el Palacio de la República- y encontrarás un gran monasterio rodeado de turistas, bájate en la próxima parada. Comienza tu travesía precisamente en el Mosteiro dos Jerônimo (Monasterio de Jerónimo), sin olvidarte de visitar la respectiva iglesia, donde encontraras los restos de varios personajes importantes de la historia portuguesa. En el Jardín que se encuentra al frente podrás encontrar un Mercado Artesanal y también un túnel que lleva al  “Padrão dos Descobrimentos” (Monumento de los Descubrimientos).  La vista allí es deslumbrante, sin embargo, más adelante en la Torre de Belén, podrás ver el mismo paisaje en un espacio más amplio. Camina en dirección de la torre- es importante que sepas que la distancia es mayor de lo que parece, pero es una caminata agradable junto al río. Tanto el Monumento como la Torre son monumentos dedicados a los navegantes portugueses, haciendo referencia al período del Descubrimiento.

Para ese momento tu estómago ya te estará pidiendo comida. Te recomendamos que tomes el tram que pasa cerca de la Torre de Belém y regreses a la zona del monasterio. Una vez allí, podrás almorzar en uno de los varios restaurantes y bares (normalmente llenos el fin de semana).

Una sugerencia para quienes les gustan los museos y están llenos de energía después del almuerzo: ya sea el próximo monasterio, el Museu Berardo, con entrada gratuita y una extensa colección de arte moderno, el Planetario o los Museos de Marina y Aeronáutica están casi siempre disponibles, sin fila en la entrada.

Y llego la hora del probar el famoso Pastel de Belém, una parte imperdible de este paseo. De nuevo, no te asustes con la fila afuera, porque lo mejor es entrar en el café, pedir una mesa y tomar un té o refresco para acompañar el pastel.

 

Imagen 2 –¿Necesitas más descripción? ¡Azúcar y canela encima: de ataque!

Para hacer la digestión, te recomendamos hacer una corta caminata hacía el Palacio de Belém, cerca del cual se encuentra el renovado Museu dos Coches esperando tu visita. Frente al Palacio, toma el bus 727. El viaje será esta vez por medio de la ciudad: a través de la ventana del bus podrás ver a Asamblea de la República y la Estatua del Marqués de Pombal. Sal en la parada inmediatamente siguiente para poder entrar al Parque Eduardo VII; creemos que en este momento ya estarás demasiado cansado para subir y tomarte una foto en lo alto del parque- pasa esta parte y ve directo a la Avenida da Liberdade, la avenida más costosa del país. Descendiendo por esa calle llena de almacenes de diseñadores, llegarás a la Praça dos Restauradores (Plaza de los Restauradores): mira a tu derecha y toma la calle con el tram circulando hacia arriba y hacia abajo,  Ahora: ¿tienes el coraje para subir a pie o prefieres tomar el  “amarelinho”?

En la cima de la calle, encontrarás un jardín con una bella vista sobre la  “Cidade das 7 Colinas”, incluyendo el Castillo. Relájate, toma bastantes fotos y aprecia la oferta de restaurantes alrededor. ¿Sabes que vas a encontrar si caminas hacía el sur? El Barrio Alto y el Chiado, donde ya sabes que hay una amplia variedad de lugares para terminar tu día.

Tercer día: Parque das Nações

El último día para relajarte: no necesitas levantarte tan temprano como en los días anteriores. Primero dirígete nuevamente hacía la zona de  Cais do Sodré.

Si estás ansioso por comer algo, el Mercado de Ribeira es la mejor opción. Queda justamente al frente de la estación de metro y es un espacio de alimentación, en donde podrás probar platos típicos regionales y también internacionales, no es precisamente una versión gourmet pero si tienen precios económicos y rica comida. Si es demasiado temprano para almorzar, camina un poco junto al rio, en dirección de Praça do Comércio  (donde ya estuviste el primer día).

Ya sea que decidas ir al mercado o quedarte en la plaza, es simple tomar el metro hasta la estación Oriente. Esta es también una estación de tren, bastante conocida por su diseño futurista, concebido por el famoso arquitecto español Santiago Calatrava. Ahora estás en la zona más nueva de Lisboa, renovada en 1998 para la grande exposición internacional Expo98. Ves a la orilla del rio, atravesando el centro comercial  Vasco da Gama o simplemente caminando por las calles paralelas.

Imagen 3 –Además de los dos edificios altos que están al lado del centro comercial, que recuerdan a dos barcos por la forma de proa que tienen encima, existen varios otros edificios imponentes-  el Pavilhão  y la Torre de Portugal  y el salón de eventos MEO Arena, por ejemplo – que no pasaran desapercibidos.

Ahora escoge que hacer en el resto de tu paseo: puedes visitar uno de los edificios locales, hacer un paseo por teleférico sobre el rio para vislumbrar el puente Vasco da Gama, el más extenso de Europa, o ir hasta el Oceanário, el edificio de formas geométricas al lado derecho del shopping (la entrada cuesta alrededor de  15€, pero debes considerar el tiempo que vas a gastar allá adentro).

Y si quieres aprovechar el tiempo que te queda para hacer compras, puedes siempre pasar de nuevo por el Centro Comercial Vasco de Gama o hasta volver a Baixa, donde encontrarás muchas tiendas internacionales y puestos de souvenir para que nunca olvides estos tres días en Lisboa.

¡Buen viaje!