¿Estás pensando estudiar en el extranjero, pero aún no tienes la certeza de si valdrá la pena el esfuerzo económico y el tiempo que invertirás en esta aventura? Seguramente si le preguntas a cualquier persona que haya hecho un intercambio, te dirán que es una experiencia que cambia tu vida, que te enriquece todos los aspectos y una de las etapas más gratificantes que podrás vivenciar.
Antes de embarcarte en este viaje tendrás muchas preguntas, miedos e inseguridades; pero te aseguro que todos éstos comparados con los beneficios y las buenas memorias que recogerás, son riesgos que valen la pena asumir.
1. Luego del primer mes, comenzarás a tener amigos, muchos nuevos y diversos amigos: europeos, asiáticos, africanos, del caribe…de todos los tamaños, colores y con variados acentos. Haz el esfuerzo de entablar conversaciones con ellos, esto te permitirá aprender el idioma mucho más rápido, al exigirte no solo en tus habilidades de habla sino también de escucha.
2. Rodéate de la lengua a diario, viendo y oyendo en el contexto cultural en que te encuentres: lee los periódicos y revistas de la ciudad, las noticias y principales programas de televisión que no solo te ayudarán a mejorar el idioma, pero que además te enseñaran sobre lo que pasa en el país y su cultura. Aprovecha las actividades fuera de clase para conocer más sobre el lugar donde te encuentras. Visita exposiciones y museos para conocer la historia y poder hablar con propiedad sobre tu experiencia cuando regreses a casa; recorre los parques y asiste a los principales festivales y fiestas de la ciudad. Además es el espacio ideal para hacer nuevos amigos y practicar el idioma con nativos.
3. Si tienes la oportunidad de viajar, procura salir con tours o grupos de estudiantes durante los fines de semana, o haciendo turismo académico que te permiten explorar el entorno. Como estudiar en el extranjero a menudo te pone en un continente totalmente diferente (mucho más cerca de lugares que de otro modo no podrías visitar), aprovecha esta oportunidad y planea con anticipación buscando ofertas y comprando tiquetes con descuentos para estudiantes o vuelos económicos con aerolíneas de bajo costo.
4. Ten presente que estudiar en el extranjero te ayudará a desarrollar las habilidades y darte la experiencia que un salón de clases nunca te va a dar. Sumergirte en un nuevo entorno cultural es un poco intimidante al comienzo, pero es emocionante y te brindará habilidades que en el mercado laboral serán altamente apreciadas: adaptabilidad, creatividad y trabajo en equipo son unas de las principales. Un estudiante que ha estudiado en el extranjero mejora su autoestima, independencia, disposición a aceptar desafíos, y capacidad de hacer frente a diversos problemas y situaciones. Su experiencia de vivir y estudiar en otro país brinda nuevas habilidades de negociación; y la adquisición de otro idioma puede convertirse en una ventaja competitiva con respecto a otros candidatos en una entrevista de trabajo.
5. Esta etapa de tu vida te permitirá descubrir nuevas fortalezas y habilidades, conquistar nuevos retos y resolver nuevos problemas. Te encontrarás con situaciones totalmente desconocidas y aprenderás a adaptarte y responder a ellas. Estudiar en el extranjero te da la oportunidad de salir de tu rutina. Es un alto en el camino que te permite aprender, descubrirte y es una gran oportunidad para romper la monotonía de la rutina que sigue semestre tras semestre.
6. Cuando vuelvas a casa comprenderás cuanto has cambiado; no solo a nivel académico sino también a nivel personal; aumentarás tu valor profesional y probablemente ganarás habilidades que en tu país no hubieras podido adquirir. Valorarás mucho más a tu familia y amigos, sin dejar de contar con tus nuevas amistades en el extranjero que estarán invitándote a visitarles en sus países de origen.
¿Necesitas más razones para animarte a realizar ese viaje que tanto has soñado? No los sueñes más: ¡Hazlo realidad!