Inicias tu paso por la universidad y te cambia la vida. Te sientes agobiado entre tantas asignaciones, el deber de adaptarte a un nuevo entorno, la obligación de hacer nuevos amigos y, además, el compromiso de obtener buenas calificaciones. Probablemente, te preguntes una y mil veces: ¿De dónde sacará el tiempo para todo esto? Pero la respuesta es simple y radica en una clave: la organización.
Hay formas de hacer más fácil tu salto de la secundaria a la universidad. Por eso, te daremos algunos consejos para que puedas poner en orden tus días y planificar tus semanas o meses, con el firme propósito de ser un estudiante exitoso, pero con vida social y, sobre todo, feliz. Presta atención.
- Clasifica y organiza todas tus materias: crea una lista e intenta clasificar las asignaturas por la dificultad que representen para ti: baja, media o alta. Esto te ayudará a dedicar más tiempo a las que consideres más difíciles.
- Establece el tiempo que dedicarás a cada materia: una vez tengas identificadas las asignaturas que se te dan más y aquellas que te cuestan, es momento de definir cuánto tiempo de estudio diario dedicarás a cada una. Lo ideal es que te enfoques a diario entre unos 15-30 minutos para las materias de dificultad baja, entre 30-45 minutos para las de media y entre 45-60 minutos para las de alta. No es necesario que estudies todos los días, pero sí debes procurar dedicar un tiempo a repasar los temas que has visto ese mismo día y preparar las que darás al día siguiente.
- Crea tu propio horario semanal: toma en cuenta las actividades extraescolares, tiempo con los amigos, horario de clases, etc. Te resultará muy útil poner orden a las horas del día, sin dejar a lado tu vida social ni las necesidades básicas: una hora para desayunar, una hora para almorzar, otra para cenar y al menos ocho horas para dormir.
- También haz el ejercicio mensual: en este cronograma incluye las actividades que tienes en el mes, tomando en cuenta exámenes, entregas de trabajos, cumpleaños, partidos, viajes, etc. Es importante que no abandones el horario diario cuando hay exámenes o se acerca un momento importante, pues luego podrías perder el ritmo y será muy complicado volver a seguirlo. Trata de realizar unas dos horas diarias de estudio más el repaso rápido de las asignaturas del día y de las del próximo día.
- Aléjate de las distracciones: cada quien puede identificar sus propios enemigos, pero los más comunes suelen ser las interrupciones, la falta de organización, la confusión en las prioridades, el pesimismo, la centralización de las tareas, la procastinación y la falta de disciplina. Todos estos elementos te llevan al abismo y te hacen cuestionarte tu rutina a diario. Si tienes la convicción de ser un estudiante sobresaliente y ordenado, te recomendamos que te alejes de estos factores.
Otras recomendaciones para administrar tu tiempo de forma óptima:
- No te desesperes, porque si consigues seguir el horario aumentarán tus notas y verás que hay tiempo para todo.
- Concéntrate en clases y toma apuntes, estos te servirán para reducir el tiempo que tienes que estudiar en casa.
- Aprovecha las bondades de la tecnología y asiste a clases con tu Smartphone o Tablet para grabar el audio o tomar nota de forma más fácil.
- Haz una lista que puedas ir actualizando con todos tus pendientes para evitar que se te olviden.
- Sé proactivo y anticípate. Evita reaccionar ante los distintos escenarios y ganarás tiempo y efectividad.
- Aléjate del estrés, porque solo saboteará tu planificación. A algunos nos gusta trabajar bajo presión, pero la ansiedad podría jugar en contra de tu salud.
Si aunado a estas preocupaciones tienes pensado estudiar un posgrado en el exterior, cuando culmines tu pregrado, te recomendamos que inicies el proceso con la mayor anticipación posible explorando destinos, universidades y opciones para becas. Así, al graduarte tendrás más de medio camino andado.