Escrito por Mirna P.F. de México, Consultora en servicios, productos industriales y construcción, graduada de Ritsumeikan Asia Pacific University en 2013.
Desde que tengo memoria, siempre soñé con ir a Japón. Y como mexicana con una crianza algo humilde, parecía una meta casi imposible de alcanzar. Sin embargo, ese sueño siempre estaba en mi mente.
Además, como mexicana creciendo en una sociedad con grandes brechas de desigualdad, también anhelaba la oportunidad de un día hacer algo para ayudar a disminuir esa diferencia y hacer una aporte positivo en mi comunidad. Cuando estaba estudiando mi licenciatura, todavía anhelaba esas oportunidades. A veces me visualizaba en algún lugar de Japón viviendo una vida que no tenía. Sin embargo, para todos los escenarios que recorrían mi mente, nunca podría haber imaginado un escenario tan perfecto como lo que ocurrió cuando en realidad tuve la oportunidad de estudiar en la Ritsumeikan Asia Pacific University (APU) en Japón. Después de la alegría que sentí una vez recibí la carta de aceptación, mi segundo pensamiento fue el de cómo haría para sostenerme mientras estaba allí. La universidad me ayudó a aliviar mis preocupaciones a través de una beca, una beca del gobierno japonés que ayuda a los estudiantes internacionales, así como otros programas de extensión que no sólo me apoyaron a mí, sino también a muchos de mis amigos que viven en este país.
Antes de irme a Japón, estaba segura de que México tenía una cultura cálida y acogedora. Por otra parte, había leído que en Japón sería menos aceptable dado que ellos tenían diferentes maneras en cuanto al acercamiento personal. Por lo tanto, me preocupaba que pudiera tener dificultades para adaptarme al país, pero no podría haber estado más equivocada. Sí, México es una cultura cálida. Sin embargo, en Japón también se puede contemplar con respecto a ese aspecto. A pesar de que mi japonés no era muy bueno, la barrera del idioma no fue un problema. Especialmente cuando los japoneses te tratan como si fueras uno de ellos, con tanta cortesía y respeto, que es difícil no sentir asombro por la paciencia y la disposición que tienen para entender a los demás, incluso en los casos en que las habilidades lingüísticas son escasas.
Viviendo esto, quería seguir explorando la cultura japonesa. Debajo mis compañeros de APU y yo estamos experimentando "Taiko", tambores tradicionales japoneses. El hecho de que la cultura de Japón es tan diferente de la "occidental", me ayudó a apreciar cosas que ni siquiera había contemplado antes. Incluso cosas que no había considerado importantes, ahora podía verlas con una nueva luz, y eso me ayudó a reevaluar lo que antes había visto siempre como hechos inamovibles de la vida.
Si estás leyendo esto y estás pensando en las posibilidades de dónde ir y dónde estudiar, hay muchas cosas que podría decirte, como por ejemplo; por qué deberías considerar primero y principalmente a APU. Sin embargo, me conformaré con compartir el punto que más me impresionó - tal vez es algo que no has pensado antes, como yo misma no lo esperaba en absoluto: El ambiente diverso multicultural. Estoy bastante segura de que la mezcla cultural que encontrarás en APU sería difícil de encontrar en algún otro lugar.
Mientras estudiaba mi Maestría en Política de Cooperación Internacional en APU, tuve la oportunidad de conocer, y lo más importante, trabajar con personas de diferentes países. Algunos de los cuales (estoy un poco avergonzada de decirlo), ni siquiera sabía que existían.
Esta experiencia, abrió una gran perspectiva del mundo que anteriormente no podía siquiera tener en cuenta, para poder entender y tener un interés mutuo con personas que tienen perspectivas tan diversas y distintas. Esto me ayudó a lograr mi sueño, ayudándome a alcanzar el entendimiento mutuo con los demás y ser capaz de trabajar junto con mi equipo en mi trabajo con el gobierno local después de mi graduación.
Antes de irme a APU, soñaba con irme a Japón y hacer algo para mejorar mi comunidad. Después de graduarme, agradezco el valioso conocimiento que obtuve de los profesores de APU y las lecciones de vida en Japón. He estado viviendo ese sueño todos los días.