Escrito por Valeria Escliar de Argentina, experta en Economía y Cooperación Internacional, Fuerza de Trabajo de Economía Digital para el G20, graduada de Ritsumeikan Asia Pacific University en el 2013.
Siempre quise tener la experiencia de estudiar en el extranjero. Además, siempre estuve interesada en estudiar en Japón. Y aunque estaba lista para la oportunidad de estudiar en otro país, no caía en cuenta de cuánto sentido esto tendría para mí. Lo que obtuve de mi experiencia en Japón fue mucho más de lo que esperaba.
Mi nombre es Valeria, soy de Argentina e hice mi Maestría en Política de Cooperación Internacional en Ritsumeikan (APU) desde el 2011 hasta el 2013 con una beca del gobierno japonés.
Viniendo de Suramérica, Asia me parecía exótico, interesante y un lugar muy lejano para vivir; un lugar donde yo podría desafiar mi punto de vista sobre el mundo y probar cosas nuevas.
Realmente quería conocer más acerca de Japón. No sabía si esto era por el sushi, la literatura, las películas o algo más, pero Japón era el principal país en Asia que había logrado atrapar mi atención.
Durante el tiempo que estuve estudiando en Japón aprendí acerca de muchas diferencias entre los países en Asia, sobre sus idiomas, historias, etc., pero lo que más me atrajo fue el sentido de la estética Japonesa y su “orientación al grupo” (algo que aprendí en un curso de comunicación intercultural). De todos modos, en una sociedad orientada al grupo las personas se cuidan unas a otras, y al hacerlo, aprenden la importancia (y la belleza) de la amabilidad.
¡El hecho de que APU este ubicada en Beppu, la capital de las aguas termales de Japón es también un plus! Beppu es un lugar muy especial con un paisaje maravilloso, el cual incluye el mar, montañas, aguas termales y varios géiseres (fuentes termales). Podía enfocarme en mis estudios y disfrutar de la naturaleza de la que estaba rodeada al mismo tiempo.
Aunque tuve muchas opciones para las escuelas de posgrado, escogí APU porque me gustó el contenido de sus Programas de Maestría y su énfasis en la internacionalización.
Además, dentro de la escuela de posgrado, todos los programas se dictan en inglés, lo que me dio la oportunidad de estudiar en Japón inclusive teniendo muy pocas habilidades jen japonés.
Una vez fui aceptada en APU, me complació descubrir que la universidad también ofrecía talleres de desarrollo de carrera, los cuales eran muy útiles. Estos talleres proporcionaron un gran ambiente y me prepararon para obtener un buen trabajo después de la graduación. En ellos aprendí más sobre las organizaciones para las que quería trabajar y pude ponerme en contacto con personas que ya trabajaban allí para obtener más información y consejos. Estos talleres no son la única forma en que APU conecta a sus estudiantes con el mundo profesional. La mayoría de los profesores de APU también han trabajado anteriormente como profesionales en diferentes campos, y, por lo tanto, lo que enseñan se respalda en la realidad de sus experiencias de primera mano.
Además, en APU también aprendí sobre el trabajo en equipo. Desarrollé habilidades de comunicación intercultural y la empatía que se requiere para tener éxito en un grupo multicultural. Hacer trabajos y hacer visitas de campo con compañeros de todo el mundo me convirtió en una persona de mente más abierta. Además de aprender sobre Política de Cooperación Internacional y sus desafíos, durante mi tiempo en la APU y en Japón aprendí sobre las diferentes formas de abordar los problemas, así como sobre cómo involucrar y colaborar con personas de diferentes lugares. Ganar este conocimiento fue divertido y satisfactorio. Realmente desarrolló mi visión del mundo y amplió mis horizontes.
Vivir en Japón, adquirir las habilidades proporcionadas por el Programa de Maestría, y la experiencia de estudiar y convivir con personas de todas partes del mundo me cambiaron. Ahora estoy trabajando como experta en Economía y Cooperación Internacional en la fuerza de trabajo de Economía Digital para el G20. Si no hubiera tomado el primer paso para continuar con mis estudios en Japón, seguramente no hubiera podido estar donde estoy hoy.