Sigue estos consejos para controlar la ansiedad cuando te mudas al extranjero

Escoger un destino, comprar un boleto, hacer los trámites necesarios como visas o aplicaciones para la universidad… Hacer las maletas, despedirte de tus amigos y empacar algunos de tus más preciados objetos… todas estas cuestiones son parte fundamental del proceso de emigrar a país o viajar para completar una meta personal como los estudios en el extranjero.

Pero, si algo no cabe en la maleta son los sentimientos y la ansiedad, que se hace cada vez más grande a medida avanza el proceso. Al llegar a tu nuevo destino debes estar netamente concentrado en adaptarte, pero los nervios te pueden jugar una mala pasada, por eso debes comenzar a controlarlos incluso antes de salir de viaje.

La nostalgia no es nada nuevo. Se remonta hasta hace tanto tiempo que es mencionada en Éxodo, el libro del Antiguo Testamento y en la Odisea de Homero. La nostalgia le pasa a todo el mundo que se va de su hogar, incluso a los personajes más prominentes como deportistas famosos o atletas.

Los que sufren de esta condición sienten ansiedad, tristeza, nerviosismo, y preocupación obsesiva por el recuerdo del hogar. Además, pueden sentirse afectados por la sensación de que nuestros seres queridos siguen adelante sin nosotros: los amigos se casan y tienen hijos, sin que nosotros estemos ahí.

Una de las mejores maneras de iniciar esta nueva etapa es cerrando ciclos y ¿cómo puedes comenzar a hacerlo? Realizando despedidas con tus familiares y amigos, quienes te darán el ánimo necesario para encarar tu nuevo reto.

 

Antes de viajar es necesario que tomes en cuenta estas recomendaciones:

·         Mentalízate: este viaje es el momento de liberarte y comenzar a ser aquello que deseas ser, porque ahora tienes la posibilidad de dar un salto y acercarte a ese ideal que siempre has tenido.

·         Aleja cualquier sentimiento de fracaso: tomar la decisión de vivir lejos de tus seres queridos es muestra de valentía y de querer mejorar. Ante la posibilidad de quedarte estancado esta decisión te ayudará a progresar.

·         Reafirma tu seguridad: conversa con personas que han pasado por el mismo proceso, así podrás conocer el contexto y estas referencias te ayudarán a quitar miedos por lo que pueda venir.

 

Cuando llegues a tu destino, controla la ansiedad siguiendo estos consejos:

·         Siempre serás tú: ten una actitud abierta para aprender, tanto la nueva lengua como la forma de vida. Adáptate y sumérgete en la nueva cultura sin reservas, porque esto no significa que vas a cambiar tu identidad.

·         Controla tus sentimientos de nostalgia: identifica los aspectos positivos de tu nuevo hogar, y trata de mantener un equilibrio entre los pensamientos de melancolía y el proceso de adaptación.

·         Bloquea los pensamientos de soledad: aparta los pensamientos negativos sobre ti mismo. Es necesario buscar a personas afines que comprendan y empaticen con tu situación. Las puedes encontrar en grupos en redes sociales.

·         Revalida tus metas: analiza las expectativas que tenías y concluye sí son realistas ante la nueva situación. Si no lo son, adáptalas.

·         Maneja la frustración: distingue las cosas que dependen de ti mismo y las que no, esto ayudará a no frustrarte con algo que esté fuera de tu alcance.

·         Tecnología como aliada: los dispositivos inteligentes pueden limitar el aislamiento, permitiendo un contacto casi constante con las personas que amas donde sea que estén. Skype y Facebook son excelentes herramientas para mantenerse en contacto con toda la gente que extrañes.

·         Mantente ocupado: participa en actividades de la universidad que te ayudarán a olvidarte de los sentimientos de nostalgia y a hacer nuevos amigos.

 

·         Establece una rutina personal: haz algo que te haga sentir cerca de casa, como escribir una carta o ver una foto familiar.

·         El tiempo vuela: haz de cuenta que el tiempo en realidad es corto, y así se pasará más rápido.

 

En conclusión, ten en cuenta que emigrar puede ser una experiencia enriquecedora para la persona, pero también puede llevarte a una crisis personal, porque conocerás actitudes y reacciones que no sabías sobre ti. Afrontar este reto puede fortalecer y hacerte madurar y crecer como individuo, superando estos momentos de crisis y dejando atrás aquello que le impide avanzar. Anímate y enfrenta esta etapa con valentía.