¿Qué hacer si no obtienes los resultados del examen que necesitas?

En algún momento de tu vida personal o profesional seguramente querrás asumir nuevos retos y estos requieren una preparación ardua y constante. Una admisión en la universidad, un parcial, un examen de idiomas o quizá una prueba en la embajada serán algunos de los escenarios donde podrás poner a prueba tu conocimiento y tus capacidades en determinadas áreas. 

Cuando llega el momento definitivo todas tus energías se enfocarán en superar la prueba que tengas. Requerirás largas horas preparación, poco sueño, mucha exigencia física y mental, así como de una ilusión desbordada por seguir avanzando en las diferentes aspiraciones personales y profesionales que te propongas. 

Sin embargo, a pesar de haberte esforzado para aprobar el examen, los resultados finales en ocasiones no son los deseados y a veces puede ser necesario repetirlos por la baja calificación. Aunque parezca sorprendente, esta situación es más común de lo que parece y no debe ser un factor que te desaliente a seguir en busca de tus sueños. Por el contrario, es una prueba de carácter que te permitirá estar mejor preparado para la próxima vez 

Innegablemente los sentimientos de ira, frustración, preocupación y tristeza estarán presentes mientras pasas esta dificil situación. Aún así es muy importante olvidar este episodio rápidamente para seguir trabajando en aras de mejorar tus conocimientos en las áreas donde hubo una mayor debilidad. Es fundamental analizar las causas del resultado para no volver a cometer los mismos errores. De esta manera estarás un paso más adelante cuando vuelvas a ser evaluado. 

Finalmente, no debes interpretar una mala calificación en un examen como un fracaso. Te recomendamos evitar preocuparte e intentar comprender las ventajas y desventajas de tener un tropezón durante tu vida académica. 

Aquí te contamos qué más puedes hacer para enfrentar este tipo de obstáculos durante tu paso por la escuela secundaria, el college o la universidad. 

Elabora un análisis en retrospectiva sobre tu examen

Analizar en retrospectiva los motivos por los que quizá reprobaste tu examen o no obtuviste la calificación que esperabas es la mejor manera de corregir tus errores. Si bien enfrentarse a una situación como esta puede parecer desastroso, también puede ser la oportunidad perfecta para fortalecer tus debilidades. 

Repasar cada una de las preguntas y respuestas que tuviste en el examen, hayan sido correctas o erróneas, es esencial para identificar cuáles son tus fortalezas y debilidades. Este puede ser un ejercicio básico y a veces tedioso, pero de gran importancia para reconocer tus falencias y trabajar para mejorarlas. 

Consejos para analizar tu examen:

  1. Divide las respuestas que tuviste correctas para identificar tus fortalezas y las respuestas en las que te equivocaste para identificar tus debilidades. 
  2. Compara tus respuestas con las de tus compañeros de clase e intercambia diferentes perspectivas sobre un mismo tema. 
  3. Corrige las respuestas erróneas de tu examen, de esta manera podrás tener claro cuál fue el error que cometiste y aprender algo nuevo.
  4. Solicita una sesión de retroalimentación con tu docente para revisar la corrección de tu examen, así podrás verificar la claridad de tus conceptos y aclarar nuevas dudas o inquietudes. No olvides consultarle a tu maestro qué tipo de fuente bibliográfica o material de apoyo puedes estudiar para aclarar el panorama y tus conocimientos frente a los temas de la clase. 

Reflexiona: una calificación no define tus capacidades como estudiante 

Recuerda que, a pesar de no haber obtenido el resultado deseado, lo más importante en un examen es apropiarse de conceptos que puedan ayudar en tu formación personal y profesional. De igual manera, es fundamental tener claridad de las falencias en determinadas áreas para mejorar y poder desempeñarse con mayor claridad en las próximas ocasiones. 

Es muy importante que no te desmotives si el resultado que obtienes no es el esperado. Recuerda que debes seguir enfocado en obtener el máximo rendimiento explotando todos los conocimientos que hayas adquirido en clase. No olvides que la combinación entre disciplina y práctica te harán avanzar y ser mejor cada día ante los errores que hayas cometido anteriormente. 

Si bien, una nota te puede frustrar algunos planes incidiendo anímica, económica y mentalmente, no debe ser el único factor a tener en cuenta tras un tropiezo a nivel académico. Deberás evaluar si le dedicaste el tiempo suficiente a los temas que fueron evaluados, así como a la manera en que abordaste las respuestas, para corregir y aprender de los errores, evitando cometerlos nuevamente en el futuro.

Además de esto, es muy importante que no te satures de información innecesaria que te puede confundir a la hora de desarrollar las diferentes preguntas. Analizar, procesar y practicar los temas que serán evaluados pueden ser maneras útiles en las que podrás mejorar tu rendimiento académico. Indagar las veces que sea necesario sobre tus dudas te permitirá llegar mejor preparado y seguro ante cualquier pregunta que debas responder.

De igual manera, antes de presentar el examen nuevamente, debes estar seguro de los conceptos, la duración y la forma del mismo. Es necesario tener esto claro para mejorar tu desempeño anterior y garantizar mejores resultados en esta nueva ocasión. Es fundamental estar tranquilo y manejar la ansiedad para responder lo más claro y contundente posible, de esta manera podrás optimizar el tiempo evitando confusiones que puedan perjudicar tu nota final.

Ten presente que una mala nota no define tu inteligencia ni capacidad como estudiante. Sin embargo, evidencia tu compromiso a la hora de superar diferentes obstáculos en el ámbito académico. Así que trabaja en tus falencias para que un examen no sea una piedra en el camino. 

Recuerda que el recorrido para cumplir tus sueños no es fácil, sin embargo, debes prepararte y no desistir para estar entre los mejores y los profesionales más competitivos del mercado. 

Identifica tú método de aprendizaje 

Generalmente, las escuelas y universidades imparten su educación de manera estandarizada para todos los alumnos. Pero la realidad es que cada persona tiene una forma de aprender completamente diferente, por esta razón existen diversos métodos de aprendizaje por los que puedes optar. 

Si bien es utópico pensar en una institución educativa con un modelo de enseñanza totalmente personalizada, es válido complementar el modelo de educación estándar de las diferentes escuelas ya sean de educación básica o superior, con algunos de los métodos de aprendizaje que más se adapten a tus capacidades. 

Identificar tú método de aprendizaje es esencial para poder obtener buenos resultados durante tu etapa de estudios. De esta manera podrás aprender y reforzar el contenido de tus clases a tu propio ritmo y de la manera en la que más se te facilité comprender y memorizar los conceptos de tu programa de estudios. 

Estos son algunos de los métodos de aprendizaje que puedes aplicar en tus rutinas de estudio antes y después de la época de exámenes. 

Técnicas de síntesis de lecturas: poseer una buena comprensión lectora es esencial para tener un buen desempeño durante tu periodo de estudios, probablemente una gran parte del contenido de tu programa académico será a base de lecturas. Si eres el tipo de persona que lee cientos de páginas para sus clases, pero raramente comprende las ideas y conceptos del texto, puedes aplicar ciertas técnicas de síntesis de lecturas para mejorar o desarrollar tu comprensión. 

  • Usar diferentes colores para resaltar el texto te permitirá dividir las ideas por temas, importancia, palabras claves, datos relevantes entre otros. De esta manera, será mucho más fácil para ti recordar todo tipo de información trascendental a la hora de volver a presentar tu examen. 
  • Realizar un resumen con las ideas principales del texto te facilitará comprender con claridad los conceptos básicos. No es necesario entender cada palabra de la lectura, siempre y cuando puedas identificar las ideas que el autor quiera expresar. 
  • Si eres el tipo de persona a la que se le facilita analizar y comprender toda clase de información en diferentes esquemas, puedes elaborar mapas conceptuales, estos te permitirán clasificar la información de una manera mucho más dinámica, identificar los puntos más relevantes del texto y esquematizar los conceptos y definiciones más importantes que seguramente serán fundamentales a la hora de presentar tus exámenes. 
  • Los cuadros comparativos por su parte, serán útiles si necesitas descubrir las semejanzas y diferencias entre los diferentes conceptos de un texto. Esta herramienta gráfica será fundamental para mejorar tu análisis y comprensión lectora. 

Zona de estudio: adecuar un espacio de estudio óptimo jugará un papel fundamental a la hora de preparar tu cerebro para recibir todo tipo de información. El espacio físico contribuye a la concentración, el orden y la eficacia. Intenta tener un área de tu hogar especialmente destinada para tus estudios, asegúrate de contar con una buena iluminación, una silla y un escritorio apropiados te ayudarán a sentirte cómodo y alejar las distracciones. 

Rutina de estudios: establecer una rutina de estudios te permitirá organizar tu tiempo y dedicar algunas horas exclusivamente a prepararte académicamente. Cada estudiante es un universo completamente distinto por lo que tú mismo sabrás a qué horas y de qué manera tu cuerpo y tu cerebro será mucho más receptivo a toda la información que le suministres. 

Vuelve a presentar tu examen

Muchas veces podemos enfrentarnos a situaciones en las que reprobamos exámenes que son un requisito para dar un paso en nuestras vidas, ya sea el examen de admisión a la universidad o una prueba que te permita ver una materia el próximo semestre. Existen otras situaciones en las que podemos obtener una mala calificación como, por ejemplo, en un examen de idiomas, pero la realidad de estos casos es que aprender un idioma requiere de tiempo, práctica, constancia y dedicación. Así que si por algún motivo repruebas un examen, no te desanimes, podrás tener muchas más oportunidades para presentarlo, todo es cuestión de tiempo. 

Debes dejar en el pasado las malas experiencias y usarlas como referencia para no cometer los mismos errores. Prepararte para volver a presentar tu examen es esencial para cerrar ciclos y demostrarte a ti mismo cuáles son tus capacidades y hasta donde llegan tus conocimientos. 

Asumir este nuevo reto será fundamental para adquirir todos los conocimientos que no tenías al presentar tu primer examen. Además, después de haber analizado en retrospectiva tus primeros resultados y de haber identificado tu método de aprendizaje, tendrás los lineamientos perfectos para prepararte y hacerlo de nuevo. Si te enfocas en poner de tu parte y dedicar tiempo y esfuerzo a tus estudios de seguro obtendrás una buena calificación la próxima vez. 

No olvides hablar con tu docente sobre las alternativas para volver a presentar tu examen, puedes demostrarle tus capacidades e interés en aprender de tus errores. 

¡No te desanimes y piensa en grande!

Si bien obtener una mala calificación en tu examen puede ser algo devastador no debes desanimarte, este tipo de situaciones hacen parte de la vida cotidiana de miles de estudiantes alrededor del mundo. Lo importante de cualquier manera es aprender de lo vivido y trazarte nuevas metas a futuro. 

Este tipo de experiencias nos ayudan durante nuestra formación académica, personal y profesional, la vida esta llena de éxitos y tropezones, por lo que cada paso que des será determinante para fortalecer tus debilidades y desarrollar tanto tus habilidades como tus capacidades. 

Trabajar en tus debilidades será el primer paso para superarte a ti mismo, en la medida en que más te esfuerces por mejorar ya sea en tu vida personal o profesional, serás alguien integral con la habilidad de ser constante y persistente en diferentes etapas de tu vida, con la capacidad de asumir nuevos retos y de aprender de tus errores. 

Trabaja fuertemente por convertirte en una persona con determinación, no te dejes afectar por detalles mínimos, pues a lo largo de tu vida encontrarás en tu camino una infinidad de retos mucho más grandes.  

Mantén la calma. Tomarte un tiempo para respirar y reflexionar sobre tu futuro es lo mejor que puedes hacer para pensar en grande, plantéate nuevas metas y prepárate por que el camino estará lleno de obstáculos y recompensas, así que anímate a superar tus miedos y a corregir tus errores.

¡No olvides esforzarte cada día por ser mejor que el día anterior!